Las
clases han terminado y Greg está ansioso por pasar el mejor verano de
su vida. Pero cuando su padre decide que lo que procede es estrechar el
vínculo entre padre e hijo, Greg se ve obligado a hacer todo lo posible
para impedir que le arruine las vacaciones. Así que Greg urde un plan,
fingiendo tener un trabajo en un lujoso club de campo; pero ni siquiera
eso evita que Greg pase durante ese verano unos días de perros, que
incluyen embarazosos incidentes en una piscina pública y una acampada
que sale terriblemente mal. Tercera entrega de la serie "El diario de
Greg"